Siguió el calor agobiante. Llovió, cayeron dos
chaparrones fuertes y después salió el sol. La humedad era bochornosa. Salimos
con Fede en la lancha y nos bañamos en el medio de la laguna. El agua estaba
maravillosamente fresca. volvimos al muelle a buscar a Ju, que había ido hasta casa, y nos tiramos otra vez al agua. julio se volvió a Montevideo después del almuerzo.
De tarde hubo apagón, trabajé un rato en la compu hasta
que se quedó sin batería. De noche encendimos velas, todas las que encontramos.
Queda muy lindo todo iluminado así. Sofi y yo charlamos un montón a la luz de
las velas; cuando volvió la luz, cenamos y nos fuimos a dormir. Con ventiladores,
gracias a que volvió la energía.