A eso de las 10 salimos para la playa. Playa, no alcanzan
las palabras. Agua perfecta, temperatura perfecta. Sofía y su panza, con el bebé adentro. Con Bastian. Es maravilloso, como siempre.
En fin, la playa con poca gente, no fue tan perfecto,
perfecto podría haber sido si no hubiera habido nadie. Salvo nosotras, claro.
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