08 de diciembre de 2013, domingo.

Salimos a navegar en el Terral. Llamé a Elena, salimos con ella y con Juan. Decidimos darnos un chapuzón, sin tirar el fondeo para no hacer tanta maniobra. Julio decidió quedarse a bordo, no le gusta ir al agua y dejar el barco a la deriva, aunque le aseguro que yo me quedo si él se tira. Julio amarró el salvavidas con un cabo largo y lo tiró por popa, para que los que nos fuéramos al agua nos agarráramos de ahí, ya que había mucha corriente. La cosa fue que Juan se tiró –con chaleco puesto, a instancias del capitán- y no nadó enseguida hacia el cabo, y la corriente lo llevó y, era imposible que volviera nadando. Así que tuvimos que ir a buscarlo. No pasó nada, pero ´pudo haber pasado. En estas situaciones, creo que lo peor es el susto, el peligro mayor es entrar en pánico. Y Juan se pegó terrible susto. Como estaba nervioso, le costó subir a bordo. Su cara estaba color gris pálido, estaba demacrado, con las ojeras muy marcadas.